EL NAHUAL DEL DÍA

El Poder del Pensamiento

El poder que tiene el pensamiento para moldear nuestra realidad personal y circunstancial es a menudo subestimado. Nos resulta difícil aceptar que la actividad mental pueda afectar directamente la materia. Tendemos a creer lo contrario, admitiendo sólo que algunas ideas pueden inspirar acciones físicas concretas que, directa o indirectamente, alteren nuestro entorno. Sin embargo, al redescubrir las raíces espirituales del pensamiento y comprender su verdadera naturaleza y capacidad, nos damos cuenta de que pensar es, en esencia, un acto creativo de primer orden.

Pensar es una manifestación de la misma Inteligencia Divina que moldea todo lo observable en la naturaleza, incluyendo nuestro cerebro pensante. El pensamiento tiene la capacidad de condensar y sintetizar experiencias a través de describirlas. Las hace revivir desde la memoria o formular, a partir de ellas posibilidades de futuro. Su poder creativo emerge cuando al pensar se suscitan emociones, pues el sentimiento es nuestro vínculo con las corrientes de energía creativa que dan forma al mundo tangible. Cuando impregnamos nuestras ideas con emociones, activamos su poder creador.

Por esta razón, la repetición de palabras o frases con sentimientos asociados puede alterar directamente no solo nuestra estructura psicofísica, sino también nuestras circunstancias externas. Si nuestros pensamientos tiene carga emocional positiva, nuestras circunstancias reflejarán esa positividad; lamentablemente, lo opuesto también es cierto. Solemos hacer un círculo vicioso, en el que recreamos con nuestro pensamiento las circunstancias que nos limitan, las cuales, a su vez, retroalimentan esa misma forma de pensar. Para romper esa dinámica limitante es necesario descubrirla, dejar de identificarse con ella y considerar el aparato intelectual como un instrumento de creación heredado de la Inteligencia Divina antes comentada, como un regalo que nos permite darle forma a nuestro mundo según nuestro deseo.

Por lo tanto, es crucial adoptar un enfoque en relación al pensamiento, en el que además de reconocer su origen sagrado, podamos usarlo para describir y rediseñar con fidelidad la realidad. Desde un compromiso con la verdad de nuestra vida y de lo que queremos hacer con ella, podremos construir pensamientos poderosos. Examina tu vida con precisión antes de pensar. Se especialmente cuidadoso en lo que concierne al arte de moldear tus deseos con pensamientos adecuados, capaces de evocar el placer de tus futuras realizaciones, para que actúen como una palanca para la materialización de tu verdadera voluntad. Al reconocer y utilizar adecuadamente el poder sagrado del pensamiento comenzamos a esculpir activamente nuestro mundo. Moldea, pues, tu realidad con la precisión de quien sabe que pensar con el corazón es el medio para la reformulación de tu vida.